Rubén Gativo, natural de Salamanca, compró la pasada semana la empresa en la que trabajó durante media vida, después de ganar 10 millones de € en la lotería, solo para darse el capricho de despedir a su jefe, el señor Germán Don. El que según él, solo sabía mandarlo por café aunque tuviese dos carreras y tres master en su curriculum.

Después de despedirlo, el propio Rubén le ha ofrecido trabajo en su nueva empresa en el puesto de chico de los recados. Puesto al que Germán no ha tenido más remedio que acceder manifestando que, “después de treinta años en la misma empresa ¿dónde voy a ir?, me he creado muchos enemigos en ese tiempo, no creo que nadie me quiera dar trabajo”.

Rubén por su parte ha querido sentenciar sobre el caso declarando que, “este se va a hartar de traer cafés, le voy a comprar hasta un sombrero vaquero y un burro con dos alforjas para que las traiga cargadas de grano”, “el Juan Valdez lo vamos a llamar a partir de ahora”.