Hoy les presentamos la historia de Álvaro Ojeda, un pobre diablo sin oficio ni beneficio que después de perder seguidores e influencia en la red se vio obligado a dejar sus monerías y buscar acomodo en otras vías laborales.

Tras una exhaustiva búsqueda Álvaro encontró el que podía ser su sitio, oposiciones a tonto, por lo que debido a los años de experiencia decidió acudir al examen si tan siquiera preparase el temario.

El día que publicaban las notas Álvaro estaba tremendamente entusiasmado ya que estaba convencido que había clavado el examen. Cuál fue su sorpresa cuando al comprobar su nota se dio cuenta de que había suspendido y que había quedado muy por debajo de la nota de corte.

El pobre Álvaro se dio cuenta ese día que ni para tonto valía, menos mal que el infeliz ha recibido en las últimas horas una oferta de un circo para hacer de mono y al menos no se morirá de hambre.