El paso de Rivera por la capital andaluza no dejó a nadie indiferente y es que, aprovechando un pequeño mitin en barco por el Guadalquivir, Rivera confirmó a los presentes que él se sentía profundamente bético y sevillista al mismo tiempo.

«Donde los demás ven a un bético, yo veo a un español, y dónde los demás ven a un sevillista, yo veo a un español… es por eso que no puedo dejar de sentirme bético y sevillista al mismo tiempo», nos cuenta Albert…

«Imagínate los derbis, lo paso muy mal cuando uno de los dos marca porque me pongo a saltar de alegría, vivo el gol muy intensamente y al momento necesito sentarme y comienzo a llorar por el gol encajado», es muy duro ser tan español.

«Malú me dice que debo relajarme un poco y disfrutar, pero es que aunque quiera no puedo, me pongo muy nervioso», nos cuenta Albert con sudores fríos y un adoquín en la mano.